No es tan grave no saber vivir
No es ni siquiera la mitad de grave
Que no saber amar
Ni un tercio de grave que no quererse
Ni un cuartito de alplax menos grave
Que no haber leído el manifiesto comunista
O el crepúsculo de los ídolos,
El banquete de Platón
que es un libro más bien genial,
no tan grave digamos, ni agudo, por sus formas,
más bien se me figura como
una gran crónica
del desenfreno brasilero
en tiempos
de pederastia
consensuada.
Tempranamente descubrí escuchando Silvio Rodriguez
Que la vida iba a ser mucho más difícil
De lo que me imaginaba que iba a ser
Antes de escuchar
Silvio Rodriguez.
Por eso ahora que todo ha sido medido y juzgado
Sobre los bancos de arena del racionalismo postmoderno
Me siento desnudo pero dispuesto a confesarlo:
Nunca supe amar,
Pero siempre
Supe
Que libros leer.