Kant

Voltea cinco pasos
Y entierra el silicio en su boca
(¿como debe saber el silicio?)
Voltea su rostro
Y entierra el nudo en su cuello,
Empieza el show.
Recién ahora se ven,
Los pumas en el mar, los perros en tus dientes,
y el agujero en tu entrepierna y pierna.
Sí, Jorge me ayuda día a día,
Si Erasmo, Julio y Menguele
Menguaran
volvieran,
volvieran
distinta seria la cosa.

Voltea cinco años
Y ve su cuerpo con pudor, como si de un cuerpo se tratara,
Sin su amiga
Solo el y solo ella.
Son sapos de Moscu o psicodélicas señoritas, pero
Mucha psicodélia para tan poca droga ¿no?
Así que: Si las plazas se hicieron para jugar,
Y no para violar o drogar niñas
¿Por qué debo creerle a un brasilero que vende jabones en nombre de Dios?

Voltea cinco siglos y era lo mismo,
Pero con más estilo,
Más rockmantico, de dragones y princesas
Que ahora danzan como putas
En tumbas
Que los niños de África no podrían ni imaginar,
Porque lo lujoso de sus bordes corta
toda fantasía, toda belleza naturaleza.

Pero,
Cuando voltee un negro, un blanco llorara
y los que vendrán serán los últimos,
Aunque esta vez Goya pintará para los Moros,
y Motorhead tocara de fondo la danza de los cisnes,
y todos los libros serán reescritos y quemados,
y el infierno de Dante nos quedara chico para tantos pecados.
Un desastre, sí, pero así son los Hobbes (u hombres):
Una historia individual, errada y repetida mil veces,
Universalizada.
Un desastre, Kant llegó tarde,
Otra vez.