martes, 8 de mayo de 2012

Como una flor


Rozamos el absurdo,
porque amamos lo difícil
pero hacemos lo más fácil
una mezcla esotérica
de utilitarismo
y new age.

Mientras
las patadas terribles
de una noche de excesos,
y la lucha armada
en mi hígado inmenso,
están haciendo todo más difícil
y menos absurdo.

¡vamos camarada vengasé con nosotros!
no hay nada que festejar
no nos gustan los bebes
ni las frutas
ni la leche
ni el agua.

La angustia militante
está afiliando.

Nada que roce
el existencialismo,
ni germanos,
ni clericales,
ni anarquistas,
venimos a hacer mal las cosas
mal hechas,
estamos profundizando el modelo
de angustia fecal
que proponemos como sociedad
de resistencia a la
resistencia.

¿Se entiende?
Perdón…
¿me explico?

Tengo que confesar que amo lo ultramontano
y profundo
de todo esto,
la universalidad me da espasmos
bien parecidos al pony, el yogurt y los gatos,
estamos comiéndonos desde el ano
todo lo que hicieron con la boca
nuestros próceres valientes,
honrados jornaleros de libertades incumplidas,
misteriosos paganos jacobinos
dichosos masones con temple de acero
y todos fans
de Rousseau
y el Manchester,
a escondidas.

Tenemos una enfermedad latinoamericana
el cancer como flores de lino,
en cada pared  en cada birulana,
creciendo permanentemente.

El oro americano pagó las catedrales, candelabros y el ajuar
de toda la vieja Europa
(menos de España que es como paraguay)
y yo acá tomando café dolca
e intentando olvidarme de todo
lo que aprendí con los ojos,
reinventando el mundo
con mi ano
como una flor
creciendo permanentemente.

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