miércoles, 9 de diciembre de 2009

Suavemente



Hoy hace frío,

seguramente te arrellanas bajo tus sabanas,

y nunca sola

y nunca conmigo.


Hoy es tarde y es frío,

necesitaba decírtelo,

de algún modo

estoy corroído.


Es el peso de las manos,

que el tiempo nunca sana

que todo rosa pudre,

que tanto ha muerto mío.


Hay heridos en el fondo de mi cama,

estupidos y sigilosos melodramas,

infaltables notas de animo,

cazadores,

estupidos

cazadores.


Quisiera que las cisternas pararan,

quisiera eso,

y que el lecho oceánico

con sus millones de años de podredumbres

y esqueletos de peces y lodo

volviese a ser superficie,

y morir inevitablemente

de ese (tú) asco.


Y si algún día volviese a ser el sol,

me gustaría llamarte,

volverte a abrazar,

rodearte con mis brazos de enfermo

besarte

solo una vez

la frente,

y olvidarme por siempre

de lo que no quise hacer

porque

sin reparos ni alegrías

la vida me consume suavemente

y ella es mi enemiga.

3 comentarios:

rayennazareno dijo...

mamita amigo, qué panorama

me gustó mucho la metáfora del lecho oceánico, toda una declaración entre la aparente literalidad del poema.

un abrazo. espero que andes bien

(ando de campaña comentando así reflota el bloggerismo, hoy cooptado por facebook)

La Luna dijo...

Intensísimo.
Muy
Muy



Te dejo un beso grande, espero que estes bien. =)

pd. muy

Euge dijo...

Tus poemas transportan
más allá
y más acá
belleza