Absurdos mantras atrapados en niños,
mis sostenidos llantos entre tus pechos,
y toda la disonancia disruptiva de las almas
me han condenado a mi propio entierro.
Dentro del cual no se esta tan mal
dentro del mal donde se esta mejor
y fuera del sueño de verte volver limpia
por la avenida de paraísos en flor.
Así las frutas rancias saben a mierda,
los besos cuelgan desnudos de tus labios
rojos y podridos
de tanto besar-pasar-besar
de tanto pesar-besar-parar.
¿Quién no te ha sangrado Sodoma?
¿Cuánto valen esos olores, cicatrices y flores?
En tanto las nauseas han comenzado
y la tristeza mira tu rostro inflamado.
Frente a un balde de arena
yo paso (como todo yo)
a darte las gracias
de haberme inculcado el respeto por los semáforos rotos
y los libros usados,
aunque vanamente lo hago,
porque el día
que termina abúlico en sus manos
despierta turbado en las tuyas
y acaba muriendo en las mías.
Pd: Poema del triste año pasado, de samores.
4 comentarios:
Ay, basta de muerte!
Que los besos tengan gusto a cereza, a cerveza, a vida.
Es mi deseo este día de miércoles, en que Sokol se pegó el palo antes de su fiesta de 50.
Cuesta tanto celebrar la vida, que hay que redoblar el deseo y las ganas.
Punk Rock, Julio!
Alto ahí!
Beso, Miriam
amigo triste: te espero ansiosa
nada, me encanto. Siempre me encanta.
Asi que besos desde Roma!
wuacho
ese final
dios santo
de mi misma vida
genialllll
&
little emo
teamo
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