viernes, 10 de julio de 2009

Los naufragos.




Paralelamente
nos acostamos
uno al lado del otro
y me siento un barco
hundido
entre esos profundos mares,
que me regalabas tiernamente,
de mañana ,
cuando las gaviotas suelen volar y reír.

También hablábamos de cómo y por qué
pasaba lo que nos pasaba,
también queríamos amarnos
pero no podíamos.

A veces todo se parece al amor
incluso el poder.

Los barcos no aman,
se hunden,
se estrellan,
se amarran,
pero no aman,
ni se aman.

Como los siglos
y los sonidos del mar
desaparecen en el horizonte
solitarios.

Porque dios juega para ellos,
hoy por hoy
y siempre.

Porque la imagen que me acecha
noche y día
es esta: “El puerto llora ardiendo en llamas”
y soy esa misma ancla clavada
en el fondo del mar,
en el centro del fuego,
en el final del cielo.

Rompiendo metáforas:
en las lindes del amor
se encuentran los náufragos.

3 comentarios:

no hay sitio dijo...

si estuviera ajena al poema te diria q es excelente...q identifica a muchos, pero no.

pusiste la foto mas oscura...como el texto, como lo que queda debajo d la alfombra cdo intentas querer.

sabes que me podes mas que mi propio orgullo, almenos yo no me siento tan naúfraga.

te amo
pero ya no espero viceversa,
mas no renuncio a este vertigo.
creo q ya es imposible dejarnos.

gracias!

No tengo una sola razón dijo...

wow.-
hasta casi tangible.-

hasta yo lo viví.-o lo vivo.
me gusto mucho, la forma que incluiste naufragar.

abraza abarca a muchas palabras y se dejaron soltar!

suerte en shile po!
nos vemos julio.
te espero en la vuelta de la esquina.

Claudel dijo...

los momentos
no nos dejan

los momentos
los abrazos
siempre
acompañan para toda la vida

el viceversa
está en los recuerdos amenos