Evita

Desde que te quiero
se me hace imposible
ver el mundo sin tu vida
e incluso cuando lloro pienso
que te extraño por dentro.

Y esa voz
violenta y verdadera,
me vuelve
inconcluso
incompleto
como todo aquel que te sabe
y te ignora.

Quedar
queda poco
de todo lo que hiciste,
casi nada ya
de lo soñado.

Fue fácil barrerlo:
unas cuotas de cinismo,
la patria patibularia,
fusilar la idiosincrasia,
y algunas paginas sacras
de Milton Friedman.

Puesto que fuiste políticamente
y no de otra forma
habré de verte
cual alegría funesta
dar
vida a los muertos,
y muerte a los vivos.

Pan y votos
negros votos de hambre,
negros llenos de odio,
patria camuflada con plomo,
de nada sirve,
son tuyos.


Tonta,
casi fascista de tan tonta,
casi Franquista de tan pobre,
casi bestia de tan bella,
casi obrera de tan reina,
simpleza,
simpleza,
simpleza,
tu verborragia del oprimido
compañera,
es lo que nos hace compañeros.

Esa violencia ausente es
tan distinta,
que me dicen aun
que eras una puta,
que alpargatas si , libros no,
¿Qué libros para que alpargatas?
¿Qué alpargatas?
¿Qué libros?
Eso es mas interesante,
pero es otra memoria
mas insoportable.

Yo se
y ellos mejor que yo
que curaste y amaste
que hiciste por la sangre,
mas que tu odio,
al que los vampiros
siempre temieron.

Es que tu mano blanca
y ese rostro firme
desnudan tanta miseria,
esa hipocresía de la caridad,
esa avaricia unitaria,
esa mierda que tenemos como valiosa
y escribe en el diario de los Mitre.

Por todo eso,
mas por tus enemigos
que por tus mercenarios,
mas por los que te odian
que por los que te aclaman,
sostengo irremediable
una exigencia histórica
una voluntad,
algo mas hermoso
es imposible
compañera.

Un sueño
libre en días
preso en sangre
tan marginal de versos
que aun creo
que mi mamá me mima ,
y Evita me ama.